¡Cocinemos de forma rápida y sencilla un perfecto omelet!

El omelet es una comida más popular de lo que crees, pero no por eso deja de ser un plato muy versátil. Podemos preparar sólo un omelette de huevo con algo de pan y café al desayuno, o agregarle los ingredientes que te provoquen, como jamón, queso o vegetales, para matar ese antojo en la noche a la hora de cenar.

Existen muchos ingredientes deliciosos para rellenar un omelet, por lo que las posibilidades son infinitas, y a pesar de que el plato suena algo intimidante, realmente es rápido y fácil de preparar.

Por ejemplo, en el omelette al estilo francés, o tortilla francesa, agregas los huevos batidos al sartén, y agitas constantemente hasta que los huevos comiencen a cuajar. Ya cuando estén cocidos, la tortilla se enrolla y se dobla cómodamente, para rellenarse con queso y algunas hierbas.

Mientras en el estilo americano, a medida que la mezcla de huevo batido se cocina, los bordes se levantan de los lados de la sartén con una espátula, para que se derramen y puedan correr por debajo de la tortilla. Cuando están casi cuajados, se agrega el relleno, y se dobla por la mitad en vez de enrollarse.

De cualquier forma, aquí te vamos a enseñar cómo preparar un omelet de forma sencilla y sin muchas complicaciones, para que disfrutes en cualquier momento.

Posibles rellenos

Algunos rellenos clásicos de un omelette incluyen queso cheddar, jamón cortado en cuadritos, tocineta o champiñones, así como hierbas frescas, cebolla y hasta sobras del día anterior.

Si quieres darle un toque más elegante, puedes incorporar algo de queso brie, nueces o rúgula, o si quieres experimentar un poco puedes agregarle pollo, chorizo o jalapeños, o sencillamente prueba sustituyendo la sal por azúcar cuando mezcles los huevos.

Ya sea con ingredientes exclusivos, o con los restos de la cena del día anterior, el omelet es la receta ideal para disfrutar de una comida original, práctica y deliciosa.

Vamos a preparar nuestro omelet

Bate los huevos, usa dos o tres huevos por omelet, dependiendo de cuánta hambre tengas, añade sal y pimienta al gusto y revuelve con un tenedor hasta crear espuma. Agrega algo de hierbas, o un toquecito de orégano, para darle un sabor especial.
Derrite media cucharada de mantequilla en un sartén antiadherente, y mantén el sartén a fuego medio bajo para que los huevos no se doren o cocinen demasiado en el fondo.
Agrega los huevos y déjalos que se asienten por un minuto, luego utiliza un espátula de silicona, para levantar con mucho cuidado los huevos ya cocidos de los bordes del sartén. Inclina el sartén para permitir que la mezcla de huevos crudos fluyan hacia el fondo.
Rellena el omelette, agregando los ingredientes de tu preferencia (pueden ser quesos madurados, jamón o champiñones), cuando los huevos empiecen a cuajar. ¡No lo recargues mucho para que se rompan!, y cocina por un minuto más.
Dobla el omelette por la mitad y sirve sobre un plato.
¡Tómale una foto y disfruta de tu pequeña obra culinaria!