Seguro no puedes negar que la lasaña es uno de esos platos que todo el mundo ama. La pasta, el queso, la salsa… son una combinación perfecta.
En este artículo te enseñaremos a hacer una lasaña de la que puedas presumir durante meses. Pero antes, ¡vamos a aprender!
¿De dónde viene la lasaña?
El origen de la lasaña se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde se cocinaban grandes trozos de carne tierna en una sartén con aceite y especias. La palabra “lasaña” o “lasagna” encuentra sus raíces en el latín “lasanum”, que significa “olla” y hace referencia a las grandes ollas utilizadas por los cocineros en la antigüedad.
Imagen 1. Tomada de: blablaocio
La primera receta italiana se creó en el siglo XVII en Nápoles, y desde entonces se ha extendido por todo el mundo en una gran variedad de formas y sabores. Es el plato perfecto para compartir en familia o con amigos y sorprenderlos con tus habilidades culinarias.
Ahora que hemos conocido los orígenes de la lasaña, vamos a descubrir cómo hacerla. ¡Manos a la obra!
Lasaña tradicional para 4 personas:
Ingredientes para la salsa napolitana:
- Dos cucharadas de aceite de oliva.
- Dos dientes de ajo, finamente picados.
- Tres tazas de puré de tomate o pasta de tomate Triguisar
- 1 Cebolla Cabezona
- 1 Pimentón
- Azúcar.
- Orégano y laurel al gusto. ¡Usa condimentos Triguisar!
- Sal y pimienta al gusto.
Ingredientes para la lasagna:
- 1 Caja de Pasta en láminas.
- Dos Tazas de Agua.
- 400 gr de Carne de res molida.
- 400 gr de Pechuga de Pollo Desmenuzada.
- 2 cucharadas Mantequilla.
- 100 gr Queso Parmesano rallado.
- 200 gr Queso Mozzarella.
- Sal al gusto.
- Perejil.
- Pasta de tomate procesada o puré de tomate.
- Aceite de Oliva.
- 1 Refractaria apta para horno o una Sartén profunda con tapa en su defecto.
Recuerda que no todos los ingredientes son estrictamente necesarios y que puedes añadir ingredientes a tu gusto.
¡Empecemos a cocinar!
Para la salsa napolitana:
Imagen 2. Tomada de: pinterest
- En una sartén, calienta el aceite de oliva y añade el ajo picado, cuando el ajo se dore ligeramente, añade la cebolla picada en trozos.
- Después de dos o tres minutos, cuando la cebolla haya cambiado de color, añade pasta de tomate de puré, la hoja de laurel finamente picada y el orégano en proporciones al gusto.
- Una vez esté más caliente, agrega dos tazas de agua y azúcar al gusto (nosotros ponemos una cucharada) para equilibrar la acidez de los tomates. Un buen truco para encontrar el punto perfecto es separar un poco de la salsa e ir añadiendo al gusto hasta llegar a la acidez deseada.
- Espera hasta que todo hierva, añade sal y pimienta al gusto, luego baja el fuego y déjalo cocer a fuego lento durante treinta minutos; esto con el fin de cocinar la pasta de tomate y para espesar la salsa. (Si se utiliza puré de tomate, basta con cocerlo durante 10 minutos).
- Para finalizar, retirala del fuego y bate con una cuchara de madera hasta que quede suave.
*Estas indicaciones son a título ilustrativo, los tiempos de cocción pueden variar.
Para la lasaña:
Imagen 3. Tomada de: saboryestilo
¡Vamos con lo principal! Antes de empezar, despeja el espacio para evitar accidentes o derrames. También es importante que decidas qué tipo de recipiente vas a usar (refractaria, molde individual o sartén), nuestra recomendación es que optes por la refractaria y el horno; esto te asegurará una cocción uniforme.
Ahora sí:
- En una sartén, calienta tres cucharadas de aceite de oliva y añade la carne picada y el pollo desmenuzado. Puedes cocinarlos con algo de sal y si lo deseas, alguna especia. Sin embargo, recuerda que estarán cubiertos en salsa.
- Déjalo cocinar removiendo constantemente a fuego medio durante 15 – 20 minutos o hasta que la proteína llegue al punto deseado.
- Debes retirarlo del fuego y dejarlo reposar.
- En otra olla, pon a calentar agua. Una vez hierva, añade láminas de pasta y cocina durante el tiempo indicado en el empaque.
- En cuanto la pasta esté lista, debes escurrirla y ponerla en un recipiente con agua tibia para que conserve su textura.
*Estas indicaciones son a título ilustrativo, los tiempos de cocción pueden variar.
Es el momento de construir nuestra lasaña:
Ahora que hemos escogido el recipiente, ponemos un poco de salsa de forma que cubra la base. Nos servirá de pegamento con el que cerraremos cada una de las láminas de pasta.
- Coloca una lámina de pasta fresca encima y ciérrala con otra fina capa de salsa de tomate, como puedes ver en la imagen.
- Añade 150 gramos de carne picada a cada lasaña y repártela uniformemente por el plato.
- A continuación, cubre el plato con una taza de queso mozzarella o el de tu preferencia.
- Cubre con otra lámina de pasta.
- Ahora haz lo mismo con otra capa, pero esta vez de pollo y cubre con queso mozzarella y 100 gramos de queso parmesano.
- A continuación, pon otra lámina de pasta sobre la anterior.
- Encima ponemos el resto de la carne y el pollo, una jugosa porción de salsa y otra capa de mozzarella.
- Coloca una hoja más de pasta sobre la anterior. Puedes hacer cuantas capas desees pero recuerda la estabilidad de tu torre a la hora de servir.
- Por último, repartir 100 gramos de queso mozzarella por todas las zonas expuestas al calor.
- Cubre con una tapa adecuada o con papel de aluminio, para que no se queme por encima.
- Hornea a una temperatura de 200 grados Celsius durante 20 minutos, si es en la sartén durante 30 – 35 minutos con la tapa puesta para conservar el calor.
- Retírala del horno y déjala reposar durante 10 minutos antes de servirla, para que los sabores se fundan perfectamente.
- ¡Tu lasaña tradicional está lista!
Para servir, la puedes acompañar con un poco de pan francés o pan de ajo. Si quieres evitar más carbohidratos, un poco de ensalada verde al lado. Deben ser sabores simples, ya que el protagonismo se lo debe llevar el plato principal.
Para la bebida recomendamos una buena copa de vino o infusión de frutas dulces.
No te olvides de lo verdaderamente importante: la compañía. Invita a tus amigos y familiares para disfrutar de una buena cena casera pero con el sabor de un restaurante.
¿Quién sabe? Puede que en una próxima ocasión alguien se una en la cocina contigo a preparar otra variedad de este plato tan versátil.
Hay todo tipo de lasañas: con salsa de queso, lasaña con berenjenas y aceitunas… Para quienes son vegetarianos, lasaña con verduras frescas, por ejemplo, champiñones o zanahorias; incluso hay quienes les ponen mariscos o cambian la pasta por láminas de plátano o papa.
Ya ves, las posibilidades son infinitas, así que ¡Diviértete!